4 de agosto de 2010

Todo mal

Cuando entre lo que se dice y se hace se establece una distancia insalvable, todo sale mal. Cuando se habla para obtener cámaras televisivas y el discurso no es más que pirotecnia verbal, también todo sale mal.

Algo de aquello o más, le está ocurriendo al PRO y al excandidato Marco Antonio Enríquez-Ominami Gumucio. Por lo menos, eso es lo que se concluye de la frontal declaración que emitiera al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) a propósito del matrimonio homosexual.

Hay que reconocer sí que Enríquez –Ominami, expresó su apoyo al matrimonio homosexual diciendo que “Chile está preparado para aprobar el matrimonio homosexual”. Claro que lo dice, después que en Argentina se aprobara y las informaciones respecto al tema tenían amplia cobertura en los medios.

Sin embargo, el Movilh señaló que Enríquez-Ominami dio un vuelco en su postura, pasando del apoyo al matrimonio homosexual, al rechazo, y nuevamente a la adhesión en menos de 2 años. Señalando con esta precisión, que el ex candidato presidencial, es por lo menos poco creíble.

La declaración del Movilh, tuvo respuesta del Comité PRO Derechos Civiles del partido en formación, quien desestima los comentarios del Movilh y le solicita “no generar peleas chicas y sin validez política” e invita a generar “a un consenso frente al tema entre el progresismo”.

Pero, en su declaración, el Movilh rememora lo ocurrido en la pasada elección presidencial. “Una vez que comenzó a subir en las encuestas en la carrera presidencial, el abanderado rechazó incluir en su programa presidencial una propuesta de matrimonio homosexual argumentando que sólo estaba a favor de que el tema fuera debatido, dando un giro total respecto a sus declaraciones y acciones previas que le valieron nuestra valoración”, dice la declaración del Movilh.

La controversia trae al tapete lo ocurrido con la privatización de empresas del estado. En este tema nunca quedó claro lo que pensaba la candidatura de Marco. En este caso, para el Movilh, MEO “sólo ha abusado de los derechos humanos de la diversidad sexual para adquirir notoriedad pública” y “ahora, cuando el tema está nuevamente en el tapete, el ex abanderado vuelve a dar un giro”.

Todo mal. Pero eso no es todo lo que ocurre con Marco Enríquez-Ominami y su partido en formación, PRO.

La página digital de la Gaceta Oficial de Cuba publica con fecha 3 de agosto una requisitoria del Ministerio del Interior en que El Teniente Coronel Francisco Miguel Estrada Portales, quien tiene a su cargo la investigación del Expediente de Fase Preparatoria por los delitos de Cohecho, Actos en Perjuicio de la Actividad Económica o de la Contratación, Malversación, Falsificación de Documentos Bancarios y de Comercio y Estafa, en el que se encuentra acusado el ciudadano chileno Joel Max Marambio Rodríguez.

En la requisitoria se llama al empresario a comparecer en un nuevo plazo de 20 días, que expirará el próximo 23 de agosto.

"Al propio tiempo se exhorta a todas las autoridades y sus agentes para que realicen las gestiones pertinentes para la búsqueda, captura y presentación de dicha persona, apercibiéndola que de no ser habida en el término dispuesto, se le declarará en rebeldía", señala el documento.

Todo mal.

Hace pocos días, señalan las informaciones, Max Marambio debió “congelar” su participación en el PRO, Entre las razones esgrimidas estaría la idea de dedicarse a su defensa y otra, no contaminar el proceso de formación del partido cuyo líder es Marco Enríquez-Ominami, y en el cual Max Marambio operaba, al igual que en la campaña, como persona de plena confianza del ex candidato y en nombre del cual atendía y decidía sobre los asuntos más importantes y decisivos. Un verdadero factótum, o quizás un poder fáctico

Todo mal, pues queda claro que las dos situaciones vividas por estos días, en las filas del PRO, lo dejan muy cuestionados.

Lo peor, es que decir una cosa y hacer otra sólo desvaloriza la política y ello favorece a los poderosos que siempre hacen política en tanto poderes fácticos (desde las asociaciones de bancos, de empresas mineras, compañías de seguros, instituciones de todo tipo).

Una última cuestión: en el escenario actual, el gobierno está sufriendo un descrédito creciente y acelerado por decir algunas cosas y hacer otras (eliminación del 7% en salud para los jubilados; post natal de seis meses, por mencionar algunos ejemplos). Y también se escucha a otros, ahora en la oposición diciendo cosas que antes nunca dijeron.

Crisis en las formas de hacer política la llaman algunos. Y otros dicen que toda crisis es una oportunidad. Ojalá sea así. Esta puede ser una oportunidad para generar un amplio movimiento social y político que expresa las profundas transformaciones que Chile requiere.

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