27 de julio de 2011

Entre más movilizaciones y huelgas, más lejos de las soluciones versus diálogo real más cerca de ellas

El ministro de Educación, Felipe Bulnes, aseveró que entre más movilizaciones y huelgas, más se alejan las soluciones, y reiteró que el diálogo lo realizará por separado, de acuerdo a los actores del conflicto estudiantil.

El ministro,  está equivocando el camino, pues el más seguro es el contrario, entre más diálogo real más cerca de soluciones. No abrirse a un diálogo real con todos los actores involucrados fue el derrotero que llevó a la salida del anterior ministro. Y menos cuando las movilizaciones ya llevan tanto tiempo. Pretender desconocer lo que en palabras del rector, Víctor Pérez, que “hay una demanda de la ciudadanía por tener una educación de calidad y equitativa”, y “asegurándose de que esos puntos están claramente establecidos con plazos, con contenidos", llevará inevitablemente a una prolongación del conflicto.

Tampoco puede desconocerse que el estudiantado y los otros actores involucrados perciben que el esfuerzo y sacrificio, que conlleva la movilización, no puede tirarse por la borda. Existe el convencimiento, que lo obrado hasta ahora, les ofrece una oportunidad única que no están dispuestos  a dejar pasar. Ello explica las huelgas de hambre, las movilizaciones épicas y el sentimiento que es dable perder un año en aras de un futuro más justo en lo educativo y lo social.

La necesidad de un diálogo real, se instala como camino necesario para acercar soluciones. Tal es así que La Confech, el Colegio de Profesores y la Coordinadora de Estudiantes Secundarios llegaron hasta el Ministerio de Educación para entregar una carta a Felipe Bulnes, en la que exigen se reúna con todos los involucrados.

Camila Vallejo, presidenta de la FECh, apuntó que "estamos avanzando en un bloque conjunto, en un bloque social con todos los sectores de la educación y, por tanto, para nosotros es fundamental que cualquier invitación que se haga por parte del nuevo ministro a dialogar, a conversar, tiene que ser con todos en su conjunto".

Si el ministro Bulnes insiste en que las negociaciones con los estudiantes las realizará en mesas separadas, pese a que los secundarios tienen derecho unirse al diálogo,  yerra el camino elegido, pues da paso en un campo que empantana todo.

26 de julio de 2011

Las turbulencias pueden resurgir fácilmente

"Las turbulencias pueden resurgir fácilmente" afirma, Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional, reemplazante de Strauss-Khan. Sus palabras fueron emitidas en una reunión del Counicil on Foreign Relations, en el que participaron representantes de los grandes bancos de Wall Street.

Y las preocupaciones de Lagarde, no son menores. Tiene claro que, pese al acuerdo logrado para el nuevo rescate a Grecia, aun quedan muchas cuestiones pendientes.

Una es, la crisis de la deuda soberana en Europa, dado el carácter la unión económica y monetaria que establece clara asimetrías entre las economías desarrolladas y  periféricas de la zona, y que ha evidenciado fisuras en el transcurso de la crisis reciente y que no logra remontar en crecimiento  económico sostenido y lo que es peor, hace recaer los costos de la crisis sobre los hombres de los trabajadores y amplios sectores sociales.

Otra preocupación latente, es la situación en Estados Unidos. Lagarde, entiende que la crisis de la, hasta ahora primera economía mundial, exige elevar el techo de la deuda. La directora del FMI,  es de la opinión que el problema fiscal estadounidense no se resuelve solo con un acuerdo a la hora de ampliar el margen que tiene la economía estadounidense para pedir prestado. Hay que afrontar a mediano plazo el reto del doble déficit fiscal y exterior. "Ningún país puede tener un crecimiento sostenido con ese nivel de desequilibrio", remarcó Lagarde. Y los plazos para el acuerdo entre republicanos y demócratas se acercan peligrosamente. Lo más probable, es que el consenso se produzca, pero a un precio altísimo para Barack Obama, quien habló al país, para exponer la gravedad de la situación.

Una tercera  y urgente preocupación, es que los mercados se convenzan. Un eufemismo para referirse al capital financiero, los inversores. Un tipo de contagio devastador, dice Simon Johnson, en un comentario en Bloomberg News, es “cuando los inversionistas listos, se dan cuenta de que sus hipótesis –fundadas en los pronunciamientos de los diseñadores de políticas- están totalmente equivocados y deben ser arrojados por la borda”. Algo de eso está ocurriendo.  Quizás por ello, y ante lo que se espera del rescate a Grecia, Lagarde  señaló "si eso convence a los mercados, está aún por ver",  de ahí que piense que es prioritario se apliquen los compromisos acordados y que se haga "con rapidez". De esa manera, cree Lagarde,  se eliminará la incertidumbre que sigue generando el rescate a Grecia y su efecto contagio al corazón de Europa. Los gobiernos europeos, dijo, no cuentan con el lujo del tiempo.

Lujo de tiempo, que tampoco cuenta para Estados Unidos y para reinstalar la confianza de los inversores. "Las turbulencias pueden resurgir fácilmente” no ha sido una frase al pasar.

Entretanto, el descontento y el malestar de los más perjudicados continúan su curso.

25 de julio de 2011

Un nuevo modelo de educación

Los estudiantes de nuestro país mantienen su movilización. El despliegue de su descontento  ha propiciado un debate real sobre la educación  y crece la convicción que enfrentamos una crisis sistémica en lo educativo. Crisis que  es expresión de una crisis en el conjunto del modelo económico, político y social.

La lógica predominante en el sistema educacional está  inscrita en el mercado, cuyo raciocinio es entender que todo es un bien que produce rentabilidad y que se sostiene en el esfuerzo individual. Muy lejos y contradictorio con aquellas premisas que entienden la educación como un derecho, que se vincula con un proyecto país y el bien común de la sociedad toda.

En los últimos días,  los estudiantes han desarrollado una serie de movilizaciones épicas. Huelgas de hambres, largas caminatas, presencia en embajadas y organismos internacionales, solidaridades con movilizaciones de otros sectores sociales.  Todo lo cual señala una disposición y generosidad digna de ser tomada en cuenta por las autoridades.

Ciertamente no es la hora del monólogo. Las autoridades no pueden hacer oídos sordos. Es equívoco  continuar con una política que invisibiliza a los secundarios y al mismo tiempo busca dividir a los sectores involucrados en las movilizaciones.  Ese camino transformó al anterior ministro de Educación en un mal interlocutor. Tampoco sirve la represión y la criminalización.

Los estudiantes tienen sólidos argumentos que bien vale la pena incorporarlas al debate. "No estamos pidiendo unos pesos más ni unos pesos menos, sino una reforma mucho más sistémica y profunda”  han señalado.  Y esas palabras reflejan la posición de todo el estudiantado secundario y universitario que se ha movilizado  por una educación pública de calidad.

Si la convicción es que la crisis del modelo educativo tiene que ver con la lógica de mercado, el problema que se plantea es cambiarlo  por uno que entienda que la educación es un derecho.

Esta vez, queda claro que los estudiantes, han aprendido que no bastan propuestas ambiguas ni sentarse a conversar sin abordar los temas de fondo. En ocasiones pasadas, ello ocurrió y el resultado  fue magro. Los estudiantes por sus dichos  y por la continuidad, masividad y creatividad de sus movilizaciones, están dispuestos a regresar a clases, con promesas que no se cumplen.

20 de julio de 2011

Piñera: la educación es un bien de consumo

A menos de 24 horas del cambio de ministro de Educación,  y mientras  el reemplazante Felipe Bulnes declara su disposición al diálogo siempre sobre la base de las propuestas gubernamentales del GANE, el jefe del ejecutivo, Sebastián Piñera sostiene que la educación es un bien de consumo e inversión.

Piñera señaló que "requerimos, sin duda, en esta sociedad moderna una mucho mayor interconexión entre el mundo de la educación y el mundo de la empresa, porque la educación cumple un doble propósito: es un bien de consumo".

"Significa conocer más, entender mejor, tener más cultura, poder aprovechar mejor los instrumentos y las oportunidades de la vida para la realización plena y personal de las personas, pero también la educación tiene un componente de inversión", agregó Piñera en la inauguración de una sede del Duoc-UC.

Sus declaraciones, de seguro traerán consecuencias. Pese a que representantes gubernamentales salieron a explicar lo que Piñera quiso decir. Los dichos de Piñera tienen lugar en momentos en que sectores de oposición señalan que el GANE no aborda los temas de fondo y precisamente cuando uno de los temas planteados por la movilización estudiantil tiene que ver con el enfoque que tiene la educación. Por contraste, la educación es un derecho, dicen los estudiantes.

El neoliberalismo acostumbra a utilizar un vocabulario empresarial para convencernos de que es la solución a todos los problemas del mundo.  Los neoliberales y sus tecnócratas siempre señalan  que el Estado no debe gastar en puntos poco redituables como educación, salud, programas sociales y que esos problemas deben ser dejados en manos de capitales privados que “milagrosamente” nos proveerían de esos bienes. Salud  privada, educación privada y las AFP  son muestras de ello.

Así la  escuela pública, desmejorada y en crisis por la orientación neoliberal es el único recurso que queda para los sectores sociales más pobres del país. Quien quiere educarse, tiene que pagar. Y lo peor, es que para muchos sectores sociales, la única alternativa es el endeudamiento de por vida, con su contraparte de ganancias para los capitales privados.  La educación ya no es un derecho, es un bien de consumo.

Las palabras de Sebastián Piñera vienen a ratificar lo que está en el ADN del neoliberalismo: los alumnos son clientes y la calidad de lo aprendido depende de la cuota mensual que uno pueda pagar. La educación para ellos no es un derecho.