Importante es reconocer que una opinión acerca de una película se sustenta en el recuerdo del film. Es un discurso, en este caso escrito, sobre un objeto visual y sonoro, fugitivo y pasado.
Y lo primero que se evoca es el relato fílmico, lo narrativo-representativo, la historia relatada en la obra visual. Y lo narrado-representado en El Clavel Negro, coproducción de México, Suecia, Dinamarca y Chile, dirigida por el sueco Ulf Hultberg, es la acción humanitaria de Harald Edelstam, embajador sueco al momento del golpe de Estado de 1973 en nuestro país.
Desde su condición de diplomático, Edelstam salvó y ayudó a salir del país a cientos de personas. Asumió -como territorio sueco- a la embajada de Cuba, cuando ésta iba a ser arrasada por la fuerzas militares que derrocaron al presidente Salvador Allende.
El embajador Edelstam concurrió, al Estadio Nacional chileno transformado en campo de concentración, en busca de la liberación de uruguayos y otros detenidos que iban a ser torturados y seguramente asesinados por las fuerzas del general Augusto Pinochet.
La labor humanitaria de Harald Edelstam se mantuvo hasta que el régimen militar lo expulsó del territorio nacional.
Para darle fuerza a lo narrado-representado, la película recurre a tomas documentales que evidencian la verosimilitud de la historia y que son incluidas en las secuencias propias de la representación de los hechos.
La ficción
El clavel negro, cuyo guión es de Bob Fosse, se mezcla ficción y realidad para reconstruir un capítulo poco conocido y olvidado de la represión que marcó la historia de Chile a principios de los setenta. En el film se nos muestran una serie de situaciones propias de la ficción, que tienen como objetivo, desentrañar posibles y problemáticas contradicciones del embajador: su soledad, sus amores.
Esta mezcla de imágenes, secuencias, y situaciones documentales y ficcionales, permiten al espectador una lectura ficcionalizante o una lectura documentalizante, ninguna de las dos está bloqueada y a medida que transcurre la narración y el relato, la lectura del espectador, su propia interpretación, puede desplazarse desde la una hacia la otra e inversamente.
No hay que olvidar que el público espectador-lector construye sus propias complicidades con el director y con la propia obra y que, situado en la sala de cine se dispone a encontrar dichas relaciones a partir de sus propios sistemas de significación, deseos, pulsiones y voluntades.
La realidad
El drama histórico-testimonial relatado en Clavel Negro, tiene su mayor fuerza en los acontecimientos históricos que le sirven de sustento. La represión criminal desatada por la dictadura militar en proceso de instalación constituye el marco contextual del film. Un golpe militar que tuvo como promotores principales a la clase económica dominante; a las fuerzas de la derecha política, incluida la Democracia Cristiana –salvo honrosas excepciones- y a una significativa franja social que, desesperada por las convulsiones políticas propias de un proceso de cambios y alentada por los medios de información conservadores, estuvo presta a reclamar por el orden.
Si bien el protagonista central es el diplomático Edelstam, interpretado por el sueco Michael Nyqvist, también hay numerosas subtramas, entre las que destaca la del mayor del ejército chileno Mario Luis Iván Lavanderos Lataste, quien ayudó a trasladar a un centenar de uruguayos del Estadio Nacional de Chile hacia la legación sueca, con lo que evitó que fueran ejecutados por presuntas actividades subversivas.
La historia del mayor Lavanderos Lataste y su muerte es un asunto no aclarado por la justicia chilena hasta hoy. Los familiares de Lavanderos, algunos de ellos radicados en México y otros en Chile, cuando supieron del film, se pusieron en contacto con la producción para ofrecerle documentos que sirvieran para aclarar el papel que jugó el mayor en los acontecimientos posteriores a la asonada militar.
Abel Samir, periodista y que conoció al mayor Lavanderos, sostiene en un artículo publicado en Argenpres, en febrero del 2008, sostiene que “no es extraño que Lavanderos fuese también un hombre de ideas de derecha… pero lo más probable es que se haya impactado con lo visto en el Estadio Nacional, como les ocurrió a varios oficiales y suboficiales de similares características a las de Lavanderos”
Samir agrega “Ahora bien, una cosa es ser un hombre con ideas políticas de derecha o centro derecha y otra cosa muy distinta es ser un hombre socialmente insensible y desalmado como existieron en esa época dentro de las FFAA. Su sensibilidad lo llevó a elaborar una lista de ciudadanos uruguayos presos en el Estadio que luego entregó, el 16 de octubre de 1973, al entonces embajador de Suecia Harald Edelstam”
El mayor Mario Iván Lavanderos Lataste, el 18 de octubre de 1973, se encontraba en el casino de oficiales de la Academia de Guerra del ejército. Falleció a causa de un tiro de la pistola propiedad de otro oficial de ejército.
La Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación (1996) constata en su informe que Lavanderos Lataste murió a las 3:15 horas, en el Hospital Militar, por herida de bala facio craneana, como acredita el Certificado Médico de Defunción otorgado por el Instituto Médico Legal. El Protocolo de Autopsia, concluyó que "el disparo fue hecho con el cañón apoyado sobre el lado izquierdo del labio superior, con una trayectoria que va hacia atrás y arriba, con ligera desviación de izquierda a derecha".
La Corporación agrega que “en la resolución Nº1640/24, con la que se concluye la investigación administrativa, se dice que "el deceso del Mayor Lavanderos no ocurrió en un acto determinado del servicio, sino que se debió presumiblemente a un accidente cuyas causas no han sido posible determinar en forma fehaciente, por carencia de testigos". Por su parte el dictamen del Fiscal instructor, en la causa rol 500/73, de fecha 29 de diciembre de 1975, concluye que "no se trata (ba) de un suicidio".
No obstante ello, ambas investigaciones fueron finalmente sobreseidas y archivadas, sin establecer responsabilidades en los hechos. Tampoco, pese a los esfuerzos de la familia, se les permitió acceso a los antecedentes reunidos en las investigaciones, dice en parte, el Informe de la Corporación. de Reparación y Reconciliación.
Por su parte, Priscila Lavanderos Contreras, hija de Víctor Hugo Lavanderos, hermano del mayor Mario Luis Iván, dice hoy que le “gustaría mucho que esta película facilite la posibilidad de dar a conocer la muerte de mi tío, que sólo quedó en el recuerdo de sus amigos y parientes”
Cine e historia
En un momento del film se proyecta en un recuadro una entrevista de la época al embajador Harald Edelstam, en ella afirma que “la diplomacia no es sólo participar de las fiestas y los actos protocolares, que es importante conocer la realidad e involucrarse con los sectores sociales mayoritarios y postergados de los pueblos”
La historia que se nos representa en la película y el film mismo es para ser recordada. Lo narrado-representado siempre se completará con elementos adquiridos por la propia experiencia de los espectadores.
El cine, como decía Roberto Rosellini, el gran director italiano, “debería ser un medio como otro cualquiera, quizás más valioso que otros, de escribir la historia”. Historia que al igual que la memoria histórica siempre se encuentra en disputa.
Ficha Técnica
El clavel negro
Suecia, México, Chile, Dinamarca, 2007
Género: Drama histórico
Dirección: Ulf Hultberg
Guionista: Bob Foss
Director de la fotografía: Dirk Brüel
Música: Jacob Groth
Sonido: Michael Dela, Nalle Hansen
Redactor: Leif Axel Kjeldsen
Productores: Åsa Faringer, Ulf Hultberg, Michael Lunderskov, Raquel Guajardo
Elenco: Michael Nyqvist, Lumi Cavazos, Kate del Castillo y Rolando Garza, Luis Gnecco, Cristián Campos.
Y lo primero que se evoca es el relato fílmico, lo narrativo-representativo, la historia relatada en la obra visual. Y lo narrado-representado en El Clavel Negro, coproducción de México, Suecia, Dinamarca y Chile, dirigida por el sueco Ulf Hultberg, es la acción humanitaria de Harald Edelstam, embajador sueco al momento del golpe de Estado de 1973 en nuestro país.
Desde su condición de diplomático, Edelstam salvó y ayudó a salir del país a cientos de personas. Asumió -como territorio sueco- a la embajada de Cuba, cuando ésta iba a ser arrasada por la fuerzas militares que derrocaron al presidente Salvador Allende.
El embajador Edelstam concurrió, al Estadio Nacional chileno transformado en campo de concentración, en busca de la liberación de uruguayos y otros detenidos que iban a ser torturados y seguramente asesinados por las fuerzas del general Augusto Pinochet.
La labor humanitaria de Harald Edelstam se mantuvo hasta que el régimen militar lo expulsó del territorio nacional.
Para darle fuerza a lo narrado-representado, la película recurre a tomas documentales que evidencian la verosimilitud de la historia y que son incluidas en las secuencias propias de la representación de los hechos.
La ficción
El clavel negro, cuyo guión es de Bob Fosse, se mezcla ficción y realidad para reconstruir un capítulo poco conocido y olvidado de la represión que marcó la historia de Chile a principios de los setenta. En el film se nos muestran una serie de situaciones propias de la ficción, que tienen como objetivo, desentrañar posibles y problemáticas contradicciones del embajador: su soledad, sus amores.
Esta mezcla de imágenes, secuencias, y situaciones documentales y ficcionales, permiten al espectador una lectura ficcionalizante o una lectura documentalizante, ninguna de las dos está bloqueada y a medida que transcurre la narración y el relato, la lectura del espectador, su propia interpretación, puede desplazarse desde la una hacia la otra e inversamente.
No hay que olvidar que el público espectador-lector construye sus propias complicidades con el director y con la propia obra y que, situado en la sala de cine se dispone a encontrar dichas relaciones a partir de sus propios sistemas de significación, deseos, pulsiones y voluntades.
La realidad
El drama histórico-testimonial relatado en Clavel Negro, tiene su mayor fuerza en los acontecimientos históricos que le sirven de sustento. La represión criminal desatada por la dictadura militar en proceso de instalación constituye el marco contextual del film. Un golpe militar que tuvo como promotores principales a la clase económica dominante; a las fuerzas de la derecha política, incluida la Democracia Cristiana –salvo honrosas excepciones- y a una significativa franja social que, desesperada por las convulsiones políticas propias de un proceso de cambios y alentada por los medios de información conservadores, estuvo presta a reclamar por el orden.
Si bien el protagonista central es el diplomático Edelstam, interpretado por el sueco Michael Nyqvist, también hay numerosas subtramas, entre las que destaca la del mayor del ejército chileno Mario Luis Iván Lavanderos Lataste, quien ayudó a trasladar a un centenar de uruguayos del Estadio Nacional de Chile hacia la legación sueca, con lo que evitó que fueran ejecutados por presuntas actividades subversivas.
La historia del mayor Lavanderos Lataste y su muerte es un asunto no aclarado por la justicia chilena hasta hoy. Los familiares de Lavanderos, algunos de ellos radicados en México y otros en Chile, cuando supieron del film, se pusieron en contacto con la producción para ofrecerle documentos que sirvieran para aclarar el papel que jugó el mayor en los acontecimientos posteriores a la asonada militar.
Abel Samir, periodista y que conoció al mayor Lavanderos, sostiene en un artículo publicado en Argenpres, en febrero del 2008, sostiene que “no es extraño que Lavanderos fuese también un hombre de ideas de derecha… pero lo más probable es que se haya impactado con lo visto en el Estadio Nacional, como les ocurrió a varios oficiales y suboficiales de similares características a las de Lavanderos”
Samir agrega “Ahora bien, una cosa es ser un hombre con ideas políticas de derecha o centro derecha y otra cosa muy distinta es ser un hombre socialmente insensible y desalmado como existieron en esa época dentro de las FFAA. Su sensibilidad lo llevó a elaborar una lista de ciudadanos uruguayos presos en el Estadio que luego entregó, el 16 de octubre de 1973, al entonces embajador de Suecia Harald Edelstam”
El mayor Mario Iván Lavanderos Lataste, el 18 de octubre de 1973, se encontraba en el casino de oficiales de la Academia de Guerra del ejército. Falleció a causa de un tiro de la pistola propiedad de otro oficial de ejército.
La Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación (1996) constata en su informe que Lavanderos Lataste murió a las 3:15 horas, en el Hospital Militar, por herida de bala facio craneana, como acredita el Certificado Médico de Defunción otorgado por el Instituto Médico Legal. El Protocolo de Autopsia, concluyó que "el disparo fue hecho con el cañón apoyado sobre el lado izquierdo del labio superior, con una trayectoria que va hacia atrás y arriba, con ligera desviación de izquierda a derecha".
La Corporación agrega que “en la resolución Nº1640/24, con la que se concluye la investigación administrativa, se dice que "el deceso del Mayor Lavanderos no ocurrió en un acto determinado del servicio, sino que se debió presumiblemente a un accidente cuyas causas no han sido posible determinar en forma fehaciente, por carencia de testigos". Por su parte el dictamen del Fiscal instructor, en la causa rol 500/73, de fecha 29 de diciembre de 1975, concluye que "no se trata (ba) de un suicidio".
No obstante ello, ambas investigaciones fueron finalmente sobreseidas y archivadas, sin establecer responsabilidades en los hechos. Tampoco, pese a los esfuerzos de la familia, se les permitió acceso a los antecedentes reunidos en las investigaciones, dice en parte, el Informe de la Corporación. de Reparación y Reconciliación.
Por su parte, Priscila Lavanderos Contreras, hija de Víctor Hugo Lavanderos, hermano del mayor Mario Luis Iván, dice hoy que le “gustaría mucho que esta película facilite la posibilidad de dar a conocer la muerte de mi tío, que sólo quedó en el recuerdo de sus amigos y parientes”
Cine e historia
En un momento del film se proyecta en un recuadro una entrevista de la época al embajador Harald Edelstam, en ella afirma que “la diplomacia no es sólo participar de las fiestas y los actos protocolares, que es importante conocer la realidad e involucrarse con los sectores sociales mayoritarios y postergados de los pueblos”
La historia que se nos representa en la película y el film mismo es para ser recordada. Lo narrado-representado siempre se completará con elementos adquiridos por la propia experiencia de los espectadores.
El cine, como decía Roberto Rosellini, el gran director italiano, “debería ser un medio como otro cualquiera, quizás más valioso que otros, de escribir la historia”. Historia que al igual que la memoria histórica siempre se encuentra en disputa.
Ficha Técnica
El clavel negro
Suecia, México, Chile, Dinamarca, 2007
Género: Drama histórico
Dirección: Ulf Hultberg
Guionista: Bob Foss
Director de la fotografía: Dirk Brüel
Música: Jacob Groth
Sonido: Michael Dela, Nalle Hansen
Redactor: Leif Axel Kjeldsen
Productores: Åsa Faringer, Ulf Hultberg, Michael Lunderskov, Raquel Guajardo
Elenco: Michael Nyqvist, Lumi Cavazos, Kate del Castillo y Rolando Garza, Luis Gnecco, Cristián Campos.
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