Los grandes países industrializados llegaron a la cumbre henchidos de soberbia y con la decisión de no hacerse cargo del problema. Ofrecieron nada y querían exigir todo. Sólo querían hablar de los efectos pero no de las causas. El Presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva señaló su desazón. “El resultado es muy pequeño de cara a las urgencias del mundo” dijo el mandatario brasileño.
No cabe duda, los líderes de las grandes países fueron a Copenhague a defender el funcionamiento del sistema económico mundial, sustentado en el alto consumo de sus ciudadanos y el enorme gasto energético que significa. Evo Morales, lo dijo con claridad “hay presidentes en este momento que cobardemente hablan de los efectos, y no de las causas del cambio climático, y nosotros queremos decir que las causas vienen del capitalismo y eso lo deberían decir los países capitalistas, ahí está nuestra profunda diferencia, diferencias históricas y estructurales”
En Copenhague, la capital danesa, no hubo acuerdo en lo sustancial: recortar las emisiones de gases de efecto invernadero. Estados Unidos es el principal emisor mundial y su presidente Barack Obama, hizo una entrada para las cámaras, habló y salió por la puerta trasera. Dejando en claro, él y los líderes de las naciones industrializadas, sus intereses económicos y el cómo –a partir de la fuerza y el dinero- entienden las relaciones internacionales.
La Cumbre Climática ha dejado al descubierto la enorme brecha entre los países del norte y los del sur del mundo. Incluso, los países africanos abandonaron, en un momento la sala de sesiones, como señal de protesta ante la inflexibilidad de los países ricos.
El drama, es que la humanidad y la tierra no pueden esperar. Toda demora en adoptar medidas concretas, acrecienta los riesgos de que amplias zonas del planeta sean inhabitables, que las temperaturas aumenten y que se vivan verdaderas catástrofes climáticas y pérdidas considerables de cosechas y productos alimenticios.
La relación entre capitalismo y calentamiento global, ha quedado más claro, después de los debates de Copenhague. En evidencia quedaron los intereses de los países industrializados. Lo más positivo del encuentro es que resuenan aún las palabras de los países más pobres, que bien resumió el Presidente de Bolivia, Evo Morales: cuando digo que hay que hablar con claridad no solamente de los efectos del cambio climático sino de las causas, hay que condenar y acabar seriamente con el capitalismo”
26 diciembre 2009
Publicado en Dilemas (www.dilemas.cl)
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