5 de octubre de 2011

Occupy Wall Street: indignados en EE.UU.

Los “indignados”   estadounidenses cumplen ya tres semanas movilizados.  Han enfrentado el hostigamiento de policías y alcaldes, la invisibilidad de los grandes medios, y a pesar de todo extienden sus manifestaciones. Por  Texas, Tennessee, Chicago,  Denver, Nueva York,  Albuquerque, California y más de 40 ciudades se amplía el malestar.  En Nueva York, las protestas  contra la lógica del capital  y la desigualdad económica cuentan con creciente respaldo sindical, lo mismo comienza a ocurrir en otros estados estadounidenses.

La protesta en el seno de la potencia  que no logra salir de la  crisis económica y cuyos  indicadores señalan  un decrecimiento en el 2011 se estableció también a pocas cuadras de la Bolsa de Valores y de oficinas de la gran banca y consorcios financieros de Estados Unidos.  El “Occupy Wall Street”.

La movilización, que el fin de semana, significó la detención de más de 700 manifestantes, bien podría traer cambios  en el escenario político esadounidense, previo a las elecciones del 2012. Esto porque lo que caracteriza la protesta es la indignación por el rol de las entidades financieras, a las que acusan de  abusos, corrupción y avaricia; un cuestionamiento a los recortes presupuestarios  y  la constatación de las desigualdades sociales existentes en el país.

Estados Unidos  registra actualmente  alrededor de 46 millones de personas  en situación de pobreza y  un 9% de desempleo. El 26.6% de los hispanos en esa nación son pobres.  La sociedad estadounidense  ha comprobado en estos años de crisis económica que sólo el menos del 1% de de la población acrecienta sus ingresos y el 99% restante enfrenta  variadas situaciones de desmejoramiento, ya sea cesantía,  carencia de seguros de salud, trabajos precarios y altos endeudamientos.

Tras las manifestaciones en Nueva York y las masivas detenciones, los manifestantes reiteraron su decisión y su descontento. Tony Murphy  un activista del movimiento “Bail Out the People” -que se opone al rescate financiero otorgado a los bancos- señaló  al portal de noticias Democracy Now que"estamos aquí para decir que el Departamento de Policía de Nueva York y el Alcalde Bloomberg tienen que mantenerse lejos de "Occupy Wall Street", dejar de acosar a este movimiento y detener los arrestos masivos. Liberty Plaza, que es el centro de "Occupy Wall Street", está a un paso de Goldman Sachs. Si quieren arrestar a alguien, deberían ir a Wall Street, a la Bolsa de Valores, y arrestar a los que están ocupados despojando a las personas mayores de sus casas y perjudicando las pensiones de la gente. Esos son los que realmente están haciendo daño a la gente y deberían ser arrestados".

Michael Moore, Susan Sarandon,  Noam Chomsky, entre otras figuras conocidas,  han expresado su solidaridad, al tiempo que  diversas  organizaciones  sindicales como, los sindicatos Correos, de Trabajadores del Metro neoyorquino, automotriz  y agrupaciones de profesores e inmigrantes, respaldan las acciones.  En Nueva York,  se preparan marchas  para los próximos días y  los manifestantes esperan contar con la participación de algunas universidades de la ciudad, tales como la City University of New York y la New York University.

“Cualquiera que tenga los ojos abiertos – les señaló en un mensaje, Noam Chomsky- sabe que el gansterismo de Wall Street -las instituciones financieras en general- ha causado un daño severo al pueblo de Estados Unidos (y del mundo). Y deben saber que ha sido así cada vez más a lo largo de más de 30 años, al incrementarse de manera radical su poder en la economía, y con ello su poder político. Eso desencadenó un ciclo vicioso que ha concentrado riqueza inmensa, y con ello poder político, en un sector muy reducido de la población, una fracción del uno por ciento, mientras el resto se vuelve cada vez más lo que a veces se llama ‘un precariado’: sobrevivir en una existencia precaria”.

Poco a poco, a medida que pasan los días, los manifestantes han mostrado mayores niveles de organización y han definido  progresivamente sus demandas. Han elaborado un periódico  para romper el cerco de los grandes medios y comienzan a desarrollar creativas manifestaciones.  Comienzan a llamar la atención de sectores sociales más amplios. Desempleados, jóvenes, jubilados, trabajadores precarizados, y estadounidenses desencantados  del “sueño americano” que les prometieron y el cual ven alejarse.

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