La economía post terremoto

En lo inmediato, todos los esfuerzos estarán puestos en la reconstrucción. En el corto plazo cabe esperar una disminución del PIB; una alza en la inflación; una menor demanda de empleo, por efecto de los daños en el aparato productivo.

Claro que todo dependerá de las medidas de políticas que se adopten. Para nadie es un misterio que se requerirá de una mayor inversión pública y también privada. Chile tiene un saldo acumulado en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) que asciende a US$ 11.285 millones. Estudios internacionales sitúan los costos de la recuperación entre US$ 15.000 y US$30.000 millones.

¿Cuáles serán las políticas fiscales y monetarias que decidirán las autoridades en los próximos días. ¿Harán uso de parte del FEES? ¿Recurrirán al 2% constitucional que les reporta alrededor de US900 millones? ¿Se endeudarán con el FMI oel BID? ¿se endeudarán en el mercado local? Por temor a una mayor inflación ¿Se subirán las tasas de interés?

Por ello llama la atención las reuniones del futuro gabinete con Hernán Büchi, quién asumió el Ministerio de Hacienda, tres semanas antes del terremoto de 1985, en plena dictadura militar. Büchi fue el artífice de una politica de privatizaciones de empresas que se encontraban en manos de la Corfo.

Y también llama poderosamente la atención el Editorial de El Mercurio, del domingo 7 de marzo, titulado No sólo reconstruir: tambien reformar. El diario conservador sostiene que entre otras reformas se requiere "una significativa flexibilización del mercado laboral", y agrega que "cabe esperar que entre las metas del nuevo gobierno esté la de usar a sus comunicadores especializados, no para medir las vicisitudes de la opinión pública con el fin misérrimo de adecuarse a ellas, sino para educarla, con el objeto de que la gente entienda y acepte las reformas que el país necesita"