Cuba defenderá siempre su independencia y soberanía
Giraldo Mazola, embajador de Cuba en nuestro país, no puede ocultar su satisfacción. Noviembre ha traído buenas noticias para Cuba, especialmente en el campo internacional.
Por decimoquinto año consecutivo y con record de 183 votos a favor cuatro en contra y una abstención, la Asamblea General de las Naciones Unidas, condenó el bloqueo económico, comercial y financiero a la isla.
En las elecciones legislativas estadounidenses, la administración Bush y los republicanos fueron derrotados. Los resultados dieron inicio a un proceso de ajustes de la política internacional de la Casa Blanca, cuyos contornos definitivos son inciertos. En lo inmediato, eso sí, significó la renuncia del Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, uno de los principales promotores de la guerra y que hoy, enfrenta una acusación en tribunales alemanes por “crímenes de lesa humanidad”.
En América Latina, diversos procesos eleccionarios han tenido como resultado la derrota de las fuerzas más conservadoras, manteniéndose en el gobierno sectores interesados en desarrollar mayores dinámicas de integración o han repuesto en el gobierno a antiguos adversarios de la administración estadounidense, como es el caso de Daniel Ortega en Nicaragua.
Estos tres acontecimientos, constituyen el contexto del dialogo sostenido con el embajador Mazola en la sede de la legación diplomática.
Consultado ante el hecho de que la votación de Naciones Unidas en reiteras ocasiones, en los últimos años a demandado el fin del bloqueo y cuáles serían los requerimientos para que dichas resoluciones se hagan realidad, el embajador Mazola, señala que “un asunto es la Asamblea de los países y otro es, el Consejo de Seguridad, la única instancia mandataria que puede acordar sanciones por el incumplimiento de los acuerdos”.
Giraldo Mazola, reconoce que el sistema de Naciones Unidas es el reflejo de la situación geo-política existente al termino de la Segunda Guerra Mundial; que hoy el mundo ha cambiado; que con posterioridad muchos países se han independizado; que el mundo se ha polarizado entre países ricos y pobres y que los mecanismos de Naciones Unidas son obsoletos y requieren de una democratización.
El embajador Mazola reitera que ante ello “Cuba y los países del Tercer Mundo, proclaman y defienden un cambio, una democratización del sistema de Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad se amplíe a otros países”. Señala que “el derecho a veto es otro asunto que se discute. No es posible que un solo país pueda imponer que una resolución justa no se puede aplicar”. Esto es lo que ha sucedido cuando se ha condenado las atrocidades de Israel en Palestina y Estados Unidos ha impedido que se pueda actuar, ejemplifica el embajador.
En un acento cubano inconfundible, Giraldo Mazola, nos confiesa que pese a todo, la resolución que condena el bloqueo tiene un enorme valor, pues responde a “la decisión de la instancia más democrática que tiene las Naciones Unidas, donde cada país se expresa en igualdad de condiciones: un voto”. Y manifiesta que la importancia está determinada” porque ahora corresponde a los pueblos exigir el término del bloqueo a Cuba y lograr efectivamente una mayor democratización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. La voluntad de 183 países que demandan el cese del bloqueo es indicativa de la aspiración que habita en los pueblos, reafirma el embajador.
Ante los procesos de integración que se viven en América latina, sostiene que tienen un sustento en la propia realidad latinoamericana, donde “hay cada vez más pobreza, más miseria, más carencia de educación, más insalubridad, eso aumenta día por día en un continente que tiene una enorme riqueza. Ese sistema bajo proyecciones neoliberales no puede sostenerse y plantea la necesidad de cambios”. Y va a cambiar, enfatiza, al mismo tiempo que señala que distintos gobiernos, como los de Venezuela, Cuba y Bolivia construyen relaciones sobre nuevas bases de cooperación teniendo en cuenta las necesidades de sus pueblos.
Para el embajador Mazola la integración es una dinámica en marcha. Destaca las resoluciones que condenan el muro que se construye en la frontera mejicana-estadounidense y las que cuestionan el bloqueo a Cuba en la reciente Cumbre Sudamericana realizada en Uruguay,
En relación a la elección del Consejo de Seguridad, donde Venezuela y Guatemala fueron candidaturas que compitieron en largas jornadas y en la cual finalmente se acordó un candidato de consenso, el embajador Mazola sostiene que en verdad, “hubo dos candidatos: Estados Unidos y Venezuela. Y que una Venezuela en el Consejo era más difícil de agredir”. Respecto a la postura de abstención del gobierno chileno, afirma categóricamente que “es la de un país soberano que actuó a partir de su propia decisión”
Para Giraldo Mazola, el triunfo de Daniel Ortega en Nicaragua es importante “pues ganó contra la voluntad norteamericana. Estados Unidos se empeñó por impedir el triunfo de Ortega” dice, ratificando con sus palabras, que la seguidilla de derrotas y fracasos de la administración Bush, adquieren hoy mayor importancia.
Las fuerzas progresistas ven con satisfacción los resultados legislativos en los Estados Unidos, comenta el embajador Mazola, a quien ni el sonido de su teléfono celular, que hace sentir los sones de Hasta Siempre Comandante de Carlos Puebla lo distrae de su entusiasmo con que recibe la noticia. “La derrota de los republicanos es la consecuencia de la disconformidad del electorado con la política guerrerista” afirma. El embajador cubano supone que la derrota republicana podría hacer más difícil cualquier locura que se plantee de ahora en adelante, la administración Bush. Pero no olvida las agresiones que desde siempre ha alentado Estados Unidos y afirma con convicción “que Cuba está preparada para cualquier eventualidad, para defender hasta el final lo que hemos obtenido, defender su soberanía, su independencia y su derecho a ser libres”
Giraldo Mazola, embajador de Cuba en nuestro país, no puede ocultar su satisfacción. Noviembre ha traído buenas noticias para Cuba, especialmente en el campo internacional.
Por decimoquinto año consecutivo y con record de 183 votos a favor cuatro en contra y una abstención, la Asamblea General de las Naciones Unidas, condenó el bloqueo económico, comercial y financiero a la isla.
En las elecciones legislativas estadounidenses, la administración Bush y los republicanos fueron derrotados. Los resultados dieron inicio a un proceso de ajustes de la política internacional de la Casa Blanca, cuyos contornos definitivos son inciertos. En lo inmediato, eso sí, significó la renuncia del Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, uno de los principales promotores de la guerra y que hoy, enfrenta una acusación en tribunales alemanes por “crímenes de lesa humanidad”.
En América Latina, diversos procesos eleccionarios han tenido como resultado la derrota de las fuerzas más conservadoras, manteniéndose en el gobierno sectores interesados en desarrollar mayores dinámicas de integración o han repuesto en el gobierno a antiguos adversarios de la administración estadounidense, como es el caso de Daniel Ortega en Nicaragua.
Estos tres acontecimientos, constituyen el contexto del dialogo sostenido con el embajador Mazola en la sede de la legación diplomática.
Consultado ante el hecho de que la votación de Naciones Unidas en reiteras ocasiones, en los últimos años a demandado el fin del bloqueo y cuáles serían los requerimientos para que dichas resoluciones se hagan realidad, el embajador Mazola, señala que “un asunto es la Asamblea de los países y otro es, el Consejo de Seguridad, la única instancia mandataria que puede acordar sanciones por el incumplimiento de los acuerdos”.
Giraldo Mazola, reconoce que el sistema de Naciones Unidas es el reflejo de la situación geo-política existente al termino de la Segunda Guerra Mundial; que hoy el mundo ha cambiado; que con posterioridad muchos países se han independizado; que el mundo se ha polarizado entre países ricos y pobres y que los mecanismos de Naciones Unidas son obsoletos y requieren de una democratización.
El embajador Mazola reitera que ante ello “Cuba y los países del Tercer Mundo, proclaman y defienden un cambio, una democratización del sistema de Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad se amplíe a otros países”. Señala que “el derecho a veto es otro asunto que se discute. No es posible que un solo país pueda imponer que una resolución justa no se puede aplicar”. Esto es lo que ha sucedido cuando se ha condenado las atrocidades de Israel en Palestina y Estados Unidos ha impedido que se pueda actuar, ejemplifica el embajador.
En un acento cubano inconfundible, Giraldo Mazola, nos confiesa que pese a todo, la resolución que condena el bloqueo tiene un enorme valor, pues responde a “la decisión de la instancia más democrática que tiene las Naciones Unidas, donde cada país se expresa en igualdad de condiciones: un voto”. Y manifiesta que la importancia está determinada” porque ahora corresponde a los pueblos exigir el término del bloqueo a Cuba y lograr efectivamente una mayor democratización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. La voluntad de 183 países que demandan el cese del bloqueo es indicativa de la aspiración que habita en los pueblos, reafirma el embajador.
Ante los procesos de integración que se viven en América latina, sostiene que tienen un sustento en la propia realidad latinoamericana, donde “hay cada vez más pobreza, más miseria, más carencia de educación, más insalubridad, eso aumenta día por día en un continente que tiene una enorme riqueza. Ese sistema bajo proyecciones neoliberales no puede sostenerse y plantea la necesidad de cambios”. Y va a cambiar, enfatiza, al mismo tiempo que señala que distintos gobiernos, como los de Venezuela, Cuba y Bolivia construyen relaciones sobre nuevas bases de cooperación teniendo en cuenta las necesidades de sus pueblos.
Para el embajador Mazola la integración es una dinámica en marcha. Destaca las resoluciones que condenan el muro que se construye en la frontera mejicana-estadounidense y las que cuestionan el bloqueo a Cuba en la reciente Cumbre Sudamericana realizada en Uruguay,
En relación a la elección del Consejo de Seguridad, donde Venezuela y Guatemala fueron candidaturas que compitieron en largas jornadas y en la cual finalmente se acordó un candidato de consenso, el embajador Mazola sostiene que en verdad, “hubo dos candidatos: Estados Unidos y Venezuela. Y que una Venezuela en el Consejo era más difícil de agredir”. Respecto a la postura de abstención del gobierno chileno, afirma categóricamente que “es la de un país soberano que actuó a partir de su propia decisión”
Para Giraldo Mazola, el triunfo de Daniel Ortega en Nicaragua es importante “pues ganó contra la voluntad norteamericana. Estados Unidos se empeñó por impedir el triunfo de Ortega” dice, ratificando con sus palabras, que la seguidilla de derrotas y fracasos de la administración Bush, adquieren hoy mayor importancia.
Las fuerzas progresistas ven con satisfacción los resultados legislativos en los Estados Unidos, comenta el embajador Mazola, a quien ni el sonido de su teléfono celular, que hace sentir los sones de Hasta Siempre Comandante de Carlos Puebla lo distrae de su entusiasmo con que recibe la noticia. “La derrota de los republicanos es la consecuencia de la disconformidad del electorado con la política guerrerista” afirma. El embajador cubano supone que la derrota republicana podría hacer más difícil cualquier locura que se plantee de ahora en adelante, la administración Bush. Pero no olvida las agresiones que desde siempre ha alentado Estados Unidos y afirma con convicción “que Cuba está preparada para cualquier eventualidad, para defender hasta el final lo que hemos obtenido, defender su soberanía, su independencia y su derecho a ser libres”
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