24 de mayo de 2007

Último de los Viejos Escritos

Presidente de la Fech
Identidad Colectiva y Participación Popular dos pilares de cualquier Revolución

Giorgio Boccardo Bosoni, presidente de la Fech, es categórico en su crítica al actual modelo educacional. Con vehemencia sostiene que “el maquillaje de participación no cambia el verdadero rostro de la inequidad” y que se está construyendo “el segundo baile de los que sobran” con nuevos “cesantes ilustrados que sólo engrosarán las cifras de escolaridad, pero que no estarán en condiciones de pagar las deudas contraídas con los bancos”.
Boccardo, quien a principios de año hizo uso de la palabra en un acto conmemoración de la Revolución Cubana -organizado por el Comando Amplio de Solidaridad- y antes, asistió a la inauguración de la Asamblea Constituyente en Bolivia, no elude ningún tema.
El presidente de la Fech reconoce que la motivación que lo impulsa a participar de la solidaridad con la Revolución Cubana es el enorme atractivo que genera el proceso que se dio desde el triunfo hasta hoy y que permite que se constituya en una sociedad distinta en relación al resto de los países latinoamericanos” y “que es el único país que se ha construido distinto a los gobiernos neoliberales y ahí puede uno hacer su contraparte”
Reconociendo que desde el noventa se han vivido bastantes transformaciones en el mundo y también en Cuba, reitera que el proceso cubano sigue siendo un polo muy atractivo para un amplio segmento juvenil. Afirma que “la revolución responde a una necesidad colectiva de un pueblo y su defensa y respuesta ante una presión imperialista”. Eso, dice, “resulta altamente atractivo cuando uno vive en América Latina y en Chile, y observa abierta y veladamente, una presión muy fuerte de países extranjeros”
Reitera Giorgio Boccardo, que lo que más le atrae de la Revolución es “cómo hay una identidad colectiva, cuestión que no resuelve el neoliberalismo.” En Cuba “tu puedes ver un colectivo detrás, que es el motor del proceso, y que colectivamente resuelve sus problemas y también discrepa, pero colectivamente construye, y eso sigue siendo un referente, más allá de la parte romántica o armada que a esta altura no es lo principal”
“Yo valoro, de cualquier proceso, que los bienes básicos estén asegurados para todos y la conciencia colectiva que tiene ese pueblo, y mientras ello exista uno puede decir que ese proceso está legitimado” manifiesta Boccardo para luego agregar que “sólo cuando comienza a minarse esa conciencia colectiva, mi impresión es que pueden comenzar a venirse los problemas”
Giorgio Boccardo, 24 años, ex estudiante de Ingeniería Civil y que hoy estudia Sociología en la Universidad de Chile, asistió en representación de la Federación estudiantil a la instalación de la Asamblea Constituyente en Bolivia tras la asunción de Evo Morales, entonces señaló que “me tocó estar en uno de los acontecimientos más relevantes de América Latina en su historia. Acontecimiento sólo comparable al ocurrido con el rompimiento del apartheid en Sudáfrica y Nelson Mandela fue elegido presidente”
Hoy reitera lo dicho, y expresa que Bolivia “rompe muy visiblemente con su pasado, pues hace que la mayoría política, social y cultural de país asuma el poder. Aquí no emergió Evo, emergió un sector de la sociedad boliviana, un sector social mayoritario, que fue minoritario políticamente durante quinientos años de historia y que a partir de movilizaciones sociales logra expresarse políticamente” para añadir que “esos sectores indígenas socialmente mayoritarios, que logran unir a intelectuales, profesionales y jóvenes le cambiaron el color a la dominación y comienzan a tener un peso en la toma d decisiones”. Eso hace tan interesante la Asamblea Constituyente, nos dice.
Identidad colectiva, y participación popular son las dimensiones que Boccardo destaca y resalta de los procesos sociales. Al ser consultado de cómo ve esos componentes en Chile responde “uf… bien lejanos”, para agregar: “lo que aquí le llaman la democracia antipopular neoliberal que ha logrado construir procesos de democratización con escandalosa desigualdad social y que nadie diga nada”
Boccardo se extiende en su respuesta señalando que “pensando en la clase política, hoy aquí estamos cómo en la época de pipiolos y pelucones que parece que en lo único que se dividen es a partir de temas valóricos cuando están relacionados con el tema de la Iglesia, pero con respecto a temas del modelo, habiendo tan pocos cuestionamientos a él, parecen una oligarquía que está preocupada de resolver sus problemas internos más que preocuparse de las necesidades del pueblo”.
Insistiendo sobre Chile, Boccardo afirma que “nuestro país está viviendo las consecuencias del neoliberalismo”. En nuestro país está todo privatizado, en otras partes se lucha por impedir la privatización” Por ello, asevera que “lo que hay que aprender de los procesos latinoamericanos tiene que ver más con procesos de construcción social que han sido posible más allá de las limitantes que tiene la izquierda”
Giorgio Boccardo sostiene que en los próximos meses “movilizaciones estudiantiles van a existir” y que “estamos en un escenario abierto. Ya no basta con diagnosticar la crisis de la educación, pues eso ya se sabe. Este es el año en que se va a disputar hacia donde se va a dirigir la educación en Chile, y allí juegan muchos actores. Y afirma que “el sector que tenga la mayor capacidad de generar las alianzas más amplias, sociales, gremiales y políticas, será el sector que podrá enrielar el discurso hacia donde irá la educación en Chile”.
Giorgio Boccardo cuestiona que el estado delegue responsabilidades públicas en el mercado porque “uno no debe esperar que el mundo privado resuelva problemas colectivos, pues por definición natural el privado vela por sus intereses individuales”. El estado no puede esperar que el privado resuelva los problemas colectivos afirma Boccardo.
Luego de dialogar sobre el Transantiago, y explayarse sobre temas educacionales, consultamos a Boccardo sobre la experiencia de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba, la cual otorga becas estudiantiles a muchos jóvenes de nuestro continente. Su respuesta es concluyente “es una experiencia muy buena. Chile es el país más caro para estudiar medicina. Conozco amigos que recibieron estas becas y que eran condiciones socioeconómicas que en nuestro país, jamás hubiesen podido estudiar medicina. Jamás. Ellos han vuelto no sólo como profesionales, sino con un compromiso que los hace mantenerse retribuyendo a nuestro país sus conocimientos”. Eso no tiene precio.
marzo 2007.

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