20 de julio de 2011

Piñera: la educación es un bien de consumo

A menos de 24 horas del cambio de ministro de Educación,  y mientras  el reemplazante Felipe Bulnes declara su disposición al diálogo siempre sobre la base de las propuestas gubernamentales del GANE, el jefe del ejecutivo, Sebastián Piñera sostiene que la educación es un bien de consumo e inversión.

Piñera señaló que "requerimos, sin duda, en esta sociedad moderna una mucho mayor interconexión entre el mundo de la educación y el mundo de la empresa, porque la educación cumple un doble propósito: es un bien de consumo".

"Significa conocer más, entender mejor, tener más cultura, poder aprovechar mejor los instrumentos y las oportunidades de la vida para la realización plena y personal de las personas, pero también la educación tiene un componente de inversión", agregó Piñera en la inauguración de una sede del Duoc-UC.

Sus declaraciones, de seguro traerán consecuencias. Pese a que representantes gubernamentales salieron a explicar lo que Piñera quiso decir. Los dichos de Piñera tienen lugar en momentos en que sectores de oposición señalan que el GANE no aborda los temas de fondo y precisamente cuando uno de los temas planteados por la movilización estudiantil tiene que ver con el enfoque que tiene la educación. Por contraste, la educación es un derecho, dicen los estudiantes.

El neoliberalismo acostumbra a utilizar un vocabulario empresarial para convencernos de que es la solución a todos los problemas del mundo.  Los neoliberales y sus tecnócratas siempre señalan  que el Estado no debe gastar en puntos poco redituables como educación, salud, programas sociales y que esos problemas deben ser dejados en manos de capitales privados que “milagrosamente” nos proveerían de esos bienes. Salud  privada, educación privada y las AFP  son muestras de ello.

Así la  escuela pública, desmejorada y en crisis por la orientación neoliberal es el único recurso que queda para los sectores sociales más pobres del país. Quien quiere educarse, tiene que pagar. Y lo peor, es que para muchos sectores sociales, la única alternativa es el endeudamiento de por vida, con su contraparte de ganancias para los capitales privados.  La educación ya no es un derecho, es un bien de consumo.

Las palabras de Sebastián Piñera vienen a ratificar lo que está en el ADN del neoliberalismo: los alumnos son clientes y la calidad de lo aprendido depende de la cuota mensual que uno pueda pagar. La educación para ellos no es un derecho.

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