26 de julio de 2011

Las turbulencias pueden resurgir fácilmente

"Las turbulencias pueden resurgir fácilmente" afirma, Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional, reemplazante de Strauss-Khan. Sus palabras fueron emitidas en una reunión del Counicil on Foreign Relations, en el que participaron representantes de los grandes bancos de Wall Street.

Y las preocupaciones de Lagarde, no son menores. Tiene claro que, pese al acuerdo logrado para el nuevo rescate a Grecia, aun quedan muchas cuestiones pendientes.

Una es, la crisis de la deuda soberana en Europa, dado el carácter la unión económica y monetaria que establece clara asimetrías entre las economías desarrolladas y  periféricas de la zona, y que ha evidenciado fisuras en el transcurso de la crisis reciente y que no logra remontar en crecimiento  económico sostenido y lo que es peor, hace recaer los costos de la crisis sobre los hombres de los trabajadores y amplios sectores sociales.

Otra preocupación latente, es la situación en Estados Unidos. Lagarde, entiende que la crisis de la, hasta ahora primera economía mundial, exige elevar el techo de la deuda. La directora del FMI,  es de la opinión que el problema fiscal estadounidense no se resuelve solo con un acuerdo a la hora de ampliar el margen que tiene la economía estadounidense para pedir prestado. Hay que afrontar a mediano plazo el reto del doble déficit fiscal y exterior. "Ningún país puede tener un crecimiento sostenido con ese nivel de desequilibrio", remarcó Lagarde. Y los plazos para el acuerdo entre republicanos y demócratas se acercan peligrosamente. Lo más probable, es que el consenso se produzca, pero a un precio altísimo para Barack Obama, quien habló al país, para exponer la gravedad de la situación.

Una tercera  y urgente preocupación, es que los mercados se convenzan. Un eufemismo para referirse al capital financiero, los inversores. Un tipo de contagio devastador, dice Simon Johnson, en un comentario en Bloomberg News, es “cuando los inversionistas listos, se dan cuenta de que sus hipótesis –fundadas en los pronunciamientos de los diseñadores de políticas- están totalmente equivocados y deben ser arrojados por la borda”. Algo de eso está ocurriendo.  Quizás por ello, y ante lo que se espera del rescate a Grecia, Lagarde  señaló "si eso convence a los mercados, está aún por ver",  de ahí que piense que es prioritario se apliquen los compromisos acordados y que se haga "con rapidez". De esa manera, cree Lagarde,  se eliminará la incertidumbre que sigue generando el rescate a Grecia y su efecto contagio al corazón de Europa. Los gobiernos europeos, dijo, no cuentan con el lujo del tiempo.

Lujo de tiempo, que tampoco cuenta para Estados Unidos y para reinstalar la confianza de los inversores. "Las turbulencias pueden resurgir fácilmente” no ha sido una frase al pasar.

Entretanto, el descontento y el malestar de los más perjudicados continúan su curso.

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